Inteligencia Artificial y ¿educación?


    En la actualidad, la inteligencia artificial es una de las tecnologías más innovadoras y revolucionarias que están transformando nuestra sociedad en diversos aspectos. Desde la industria hasta la salud, pasando por la educación, la inteligencia artificial se está convirtiendo en una herramienta indispensable para mejorar y optimizar procesos en múltiples campos.
    En el ámbito educativo, la inteligencia artificial también ha empezado a desempeñar un papel importante. A través del análisis de datos, el aprendizaje automático y la personalización de la enseñanza, la inteligencia artificial ofrece nuevas oportunidades para mejorar el aprendizaje y la formación de los estudiantes.Sin embargo, como ocurre con cualquier tecnología, el uso de la inteligencia artificial en las escuelas también conlleva riesgos y desafíos que deben ser abordados de manera crítica y responsable.

    Santiago Bilinkis es un tecnólogo y autor argentino conocido por sus libros "Pasaje al futuro" y "Guía para sobrevivir al presente". Recientemente realizó una encuesta sobre el uso de la inteligencia artificial (IA) en las escuelas, consultando a alumnos, docentes y padres. Los resultados revelaron que la mitad de los docentes creen que la IA afectará mucho, mientras que la otra mitad no lo cree así. Todos los encuestados habían escuchado hablar del tema, pero solo el 10% de los docentes y el 20% de los alumnos habían utilizado la IA en alguna ocasión.

    Se descubrió que el 80% de las instituciones educativas no habían tenido ninguna discusión sobre cómo abordar el uso de la IA, y el 90% no había adoptado medidas al respecto. Bilinkis sostiene que lo que se enseña actualmente en las escuelas está muy desactualizado y se queda atrás frente a los rápidos cambios de la realidad. Por ejemplo, durante muchos años se continuó enseñando en la escuela las materias de taquigrafía o mecanografía, o cuando en la primaria se prohibía el uso de la birome y se obligaba al uso de la pluma. Un problema frente al utópico deseo de un cambio de currícula es que son procesos que conllevan como mínimo 5 años desde que son propuestos; de acá a 5 años, estará completamente desactualizado.

    En nuestros países del tercer mundo, la desigualdad de condiciones de quienes van a la escuela, entorpece también este cambio. Existen escuelas rurales que ni siquiera tienen acceso a internet y a poco más de 100km escuelas orientadas a la programación y la robótica. Más allá de esto, hay un gran elemento democratizador que se tiene que aprovechar; el celular. No todo estudiante tiene acceso a una computadora propia, pero, en general, a partir de cierta edad todos cuentan con un celular. Más allá de la gama que sea, hoy en día todos son Smartphone. Las funciones como son un navegador para entrar a ChatGPT, las tiene prácticamente cualquier estudiante de Argentina. 

    Modificar cómo enseñamos

    Hablemos de cambiar el cómo. Partir de la IA para cambiar cómo enseñamos. Por ejemplo, charlar con San Martín mediante una IA es una herramienta pedagógica espectacular. 
    Otro uso muy interesante de ChatGPT es poder pedirle que nos diseñe ejercicios o exámenes de ciertos temas para corroborar qué tanto hemos estudiado previo a ir al exámen. Otra falencia grave que tiene nuestro sistema educativo actual es lo completamente despersonalizada que se ha vuelto. Hay una maestra cada 20 estudiantes, en el mejor de los casos, imposible prestarle la atención necesaria al proceso de cada estudiante. Ya existen modelos de IA que buscan ser tutores individuales de cada estudiante, reportándole al docente qué entiende, qué no, qué áreas aprende con mayor facilidad, etc. Es interesante pensar que mediante la IA vamos a poder ir a una educación muchísimo más personalizada.